miércoles, 14 de enero de 2009

Martes y 13... ¿a quién le importa?




Parte 1



Parte 2

ANTECEDENTES:
Ante todo, la inspiradora de este blog ha sido Merce, que ha hecho un post en su blog sobre la suerte que me ha traido a la memoria este video que os ofrezco en dos partes, que vi hace mucho tiempo y que intento tener presentes (aunque a veces los olvide).
Life on Board. Una campaña publicitaria de Volvo, en la cual juntaba a dos personas con una historia interesante, las metía en uno de sus modelos lleno de cámaras y les pedía que hiciesen un viaje. En el transcurso del mismo, estos dos personajes iban hablando sobre un tema concreto.
El video que os traigo es el viaje que Richard Wiseman y Chris Gardner hacen a Estoril, concretamente al Casino, hablando sobre la suerte.
PERSONAJES:
Richard Wiseman es un investigador y profesor de Psicologia que comenzó sus días como mago y que, posteriormente se graduó en la materia que ahora imparte en la Universidad de Hertfordshire. Ha hecho numerosos experimentos sobre la suerte, que ha plasmado en su libro "Nadie nace con suerte" ("The Luck Factor" o "El Factor Suerte" es su título original).
Chris Gardner es un millonario agente de Bolsa que llegó a tal situación después de haber estado viviendo un año viviendo en la calle con su hijo pequeño Chris. Su vida ha sido retratada en la película "En busca de la felicidad", protagonizada por Will Smith.
TEMA DE FONDO:
La Suerte. Ambos personajes llegan a través de su conversación a la conclusión de que la suerte existe, y que tienen más suerte los que tienen una actitud más positiva en la vida y son más observadores, pues están más abiertos a ver la buena suerte en cada pequeña cosa, mientras que el que tiene una actitud negativa nunca llega a ver las cosas buenas que le pasan.
A grandes rasgos, estoy de acuerdo con ellos, y resultan curiosos un par de experimentos que narra Wiseman.
Wiseman cogió un grupo de gente, en los que eligió unos más positivos y otros más negativos.
El primer experimento consistía en plantearles que diesen sus impresiones sobre la siguiente situación: tú estás en un Banco, entran unos atracadores y te disparan. Los positivos veían en ello la buena suerte, pues no les habían matado. Los negativos veían una manifestación más de su horrenda suerte.
El segundo experimento consistió en coger a los más negativos y hacerles anotar las pequeñas cosas buenas que les iban pasando a lo largo del día, por ínfimas y ridículas que resultasen. Encontrar aparcamiento fácilmente, encontrar en la mesa el papel que buscaban, no pisar un charco, ... Y con el paso de los días, estas personas (antes negativas) iban anotando cada vez mas cosas buenas y su actitud iba positivizándose. Y empezaban a tener buena suerte.
Es una idea bonita y constructiva esa de que la suerte se la tienenque trabajar uno. Creo que no es suficiente para tener buena suerte, porque también existen inevitables golpes de mala suerte. Pero lo que afirmo con rotundidad es que la actitud de uno le puede hacer más afortunado. Simplemente por el mero hecho de que un mismo hecho que antes verías como algo malo, lo empiezas a interpretar como bueno. Es lo del vaso medio lleno o medio vacío, básicamente
El caso es que quería compartir esto con vosotros, aunque sé que resulta poco charolito. Pero todos merecemos un respiro, ¿no?
Espero que os sirva. Buena suerte a todos.
El título: El martes fue martes y 13, y yo ni me enteré hasta que he leido hoy el blog de Merce. Así que, aunque uno nunca ha sido supersticioso, ha sido Martes y 13... ¿y qué?

8 comentarios:

Merce dijo...

Estoy de acuerdo en que podemos "ayudar" a la suerte a que nos encuentre. Pero también es cierto, que conozco mucha gente que la busca, se la trabaja, y ésta se niega a pasar ante su puerta.

Pero sí, definitivamente, hay actitudes que ayudan la buena fortuna.

Lamamma dijo...

hasta la supuesta mala suerta se puede transformar en buena. El caso está en cómo interpretamos lo que nos ocurre, si estamos atentos o no a las oportunidades que se nos presentan, si nos atrevemos a aprovecharlas o las dejamos pasar, si acertamos en nuestras decisiones... no creo que la suerte exista. Sólo creo en las actitudes de cada uno y en sus habilidades

Mártir dijo...

Yo no tengo suerte para lo bueno...y espero no tener tampoco suerte para lo malo...ese equilibrio es el mejor de todos...un saludo desde el Sur del Sur

Unknown dijo...

Pues no, efectivamente, a mí no me importa que sea martes y 13 o sábado y 23.

Creo firmemente, como también comenté en el blog de Merce, que lo que trataron, y parece que consiguieron, de demostrar en los experimentos que mencionas es lo cierto.

"La suerte existe, y tienen más suerte los que tienen una actitud más positiva en la vida y son más observadores, pues están más abiertos a ver la buena suerte en cada pequeña cosa, mientras que el que tiene una actitud negativa nunca llega a ver las cosas buenas que le pasan", dices, Charolito, y estoy totalmente de acuerdo. Y creo, además, que esa actitud positiva llama a más suerte porque, por alguna razón, tú mismo generas sucesos positivos en tu vida. No significa, como también comentas, que no se pueda tener una mala racha o que no te vaya a pasar nada malo pero, para empezar, te hace menos daño porque lo miras también con el prisma del optimismo y no con el pesimista.

Es como quien tiene "todo" -lo que solemos llamar "todo"- en la vida y no sabe ser feliz y quien no teniendo nada sabe disfrutar de lo contado que reúne.

Quien vive amargado mira y sólo ve amargura, aunque tenga ante sus ojos la Capilla Sixtina, y a eso le llama mala suerte. Quien mira desde la alegría y con vocación amable se considerará afortunado teniendo un muro delante.

Yo, por suerte, siempre he sido del segundo grupo. (Vaya... el "por suerte" ha sido totalmente espontáneo :D ).

Eria.. dijo...

Esto puede ser algo parecido a esa frase de"Si las muesas me visistan, que me pillen trabajando"
¿no?
Besitos varios.

Unknown dijo...

Algo parecido decía creo que Cela, Eria. Sí, yo creo que esa es la cuestión.

Faria dijo...

La actitud positiva es importante: recuerdo una ocasión en la que mi padre estuvo muy grave, aunque afortunadamente salió adelante. Meses después, al rememorar aquellos momentos, mi madre decía "qué mala suerte tuvo vuestro padre", y yo decía "qué buena suerte tuvo por haber sobrevivido sin secuelas graves". Mi hermana, que nos escuchaba a las dos, fue la que nos dijo: "¿Os habéis dado cuenta de que cada uno interpreta la suerte a su manera, según si ve la botella medio llena o medio vacía?"
Yo creo que ya por haber nacido en un país avanzado y en una familia que me quiere y me cuida, y en poder disfrutar de las pequeñas cosas, no puedo quejarme de mala suerte, jeje. Eso no significa que no quiera realizar las metas que me pongo o que me toque la lotería, pero vivir razonablemente tranquilos y con lo necesario, ya es para darse con un canto en los dientes. Y eso es la suerte.

esgrasiao dijo...

la suerte existe? si, sin duda.
la mala suerte existe? pues....yo soy un tragico ejemplo de lo que es la mala suerte.Y menos mal que no te enteraste de que era martes y 13, que yo si que me he enterao