lunes, 2 de noviembre de 2009

La Burbuja Pirata a punto de estallar


Ahora que andaba yo buscando un billete de ida a Somalia, planchando mi pañuelo lleno de tibias cruzadas y calaveras, haciendo acopio de ron y decidido a volver al quirófano y decirle al cirujano que ni tornillos de titanio en el tobillo ni pollas, que lo que quería era que me cortase la pierna a la altura de la rodilla y me pusiese una pata de palo, me entero por los periódicos que nuevamente, llego tarde.
Después de leer la pasta gansa que se ganaban los piratas somalíes secuestrando atuneros, pensé que ese era el trabajo en el que podría dar todo de mi: un trabajo fácil, con buena comida mientras lo haces (atún recién pescado mientras dure el secuestro), una remuneración adecuada (unos cuantos millones de dólares por asunto), y encima en el mar, y en un lugar de clima benévolo.
Pero nada, parece que ha pasado como con el sector inmobiliario, y que la avaricia ha roto el saco. Como son tantos los secuestros que se hacen (que estos piratas no tienen mesura), los propietarios de los barcos han tomado medidas y llevan agentes de seguridad armados como Schwarzenegger (sí, sí, comprobadlo, lo he escrito bien) en "Commando".
Así que, hace unos días, cuentan los rotativos, cuando unos honorables piratas se acercaban a un atunero español en su barca, el "machaca" de a bordo, contraviniendo la proverbial hospitalidad española, no les dio siquiera tiempo a presentarse educadamente ("Hola, somos piratas, venimos a secuestrarles, y cuando en unos días nos den la pasta, les dejaremos en paz... por cierto, ¿eso es atún?´Póngame un taquito de lomo en crudo, si es tan amable, que ya traigo en el petate el wasabi y la soja"), y los disuadió de su propósito.
Es más, cuentan también los periódicos, que ante la poco esperada falta de hospitalidad de los españolas, los piratas decidieron probar suerte en un barco que navegaba bajo bandera de la República Francesa, encontraron poca Fraternité y fueron recibidos de igual modo, por lo que tuvieron que volver a casa con las manos vacías (no quiero imaginar las broncas de sus señoras... "pardillos, que sois unos pardillos... ya me dijo mi madre que me casase con un funcionario").
Así que, eso, que parece que en esto de la piratería también ha habido ya exceso y se ha generado una "burbuja pirata", que va a estallar como ya hicieron la "burbuja tecnológica" y la "burbuja inmobiliaria" y los va a dejar a todos en el puto paro.
La jodida mano invisible, que decía Adam Smith en "La Riqueza de las Naciones".
Y yo, una ve más, llego tarde. A tomar por culo mis planes de pirata... me consolaré bebiéndome el ron que había comprado.
Foto: Sir Francis Drake, un pirata que llegó a "Sir"... a ser "Sir". Cada vez estoy más convencido de que elegí una profesión inadecuada.

3 comentarios:

Lamamma dijo...

Bueno, no desesperes Charolito, seguiremos pensando algo. Entre tanto, ¿no te interesaría ser agente literario? yo no es que sea ningún genio de la escritura pero acabo de terminarme la primera parte de la famosísima y alabadísima serie Millenium y me ha parecido tan rematadamente mala (dejando aparte que la historia efectivamente me ha enganchado, lo que me resulta como poco ofensivo por incongruente conmigo misma) que he decidido, como tú, que yo también me he equivocado de profesión. Por suerte todavía no he oído hablar de ninguna burbuja literaria. Quizás a esto aún no lleguemos tarde. Si te interesa la oferta (y va más en serio de lo que parece) ya sabes dónde encontrarme. Por cierto, ¿me invitas a un traguito de ese ron?

laura dijo...

muy bueno el post, me has animado la tarde!

El Charolito dijo...

Lamamma: Pues mira, nunca me lo había planteado, pero, ¿por qué no?
Laura: un placer alegrarte la tarde.
Besitos varios